El RACC, como Club con amplia experiencia en la elaboración de estudios sobre movilidad, ha centrado su último informe en el uso de la motocicleta en Barcelona. La capital catalana es la ciudad europea con más densidad de motos por habitante, y más de la mitad de los muertos en accidentes de tráfico en la ciudad son motoristas. En este contexto de alta accidentalidad, el RACC ha realizado un estudio con el objetivo que sirva como marco de referencia por las administraciones de cara a mejorar la ensambladura de la moto en la movilidad futura de Barcelona.

En el marco del estudio, se ha observado el comportamiento de más de 13.000 usuarios de moto en puntos con condiciones propicias para generar conductas inapropiadas, y también se han realizado 600 encuestas a usuarios de motocicleta y ciclomotor en 12 localizaciones diferentes.

Los resultados más destacados son los siguientes:

• El 53% de los motoristas creen que los giros en cruces con carriles bici de doble sentido son inseguros. También piensan que lo son por las bicicletas y VMP.
• La mitad de los motoristas también consideran peligrosos las almohadas berlinesas para reducir la velocidad, la pintura deslizante al asfalto y las pilones para separar el carril buzo.
• Los lugares que consideran más peligrosos por circular son la rotonda de la plaza de España, seguida de las Rondas y de la calle de Aragón.
• Los comportamientos de riesgo observados más habituales entre los motoristas son no ceder el paso a peatones, circular entre carriles o haciendo zig-zag, y usar el carril buzo.
• Sacar carriles de circulación por el vehículo privado es la medida del Ayuntamiento peor valorada entre los motoristas: un 59% está en contra.
• La mayoría de motoristas (el 74%) hacen desplazamientos internos con origen y destino en la misma ciudad, mientras que 1 de cada 4 proviene de municipios del área metropolitana.

El estudio recoge también una serie de recomendaciones dirigidas a las administraciones, bajo la estrategia general de aprovechar las ventajas que ofrece la moto y minimizar sus inconvenientes. Estas recomendaciones se dividen en tres bloques: la seguridad viaria, la convivencia de la moto al espacio público y la oportunidad del motosharing.